Lluvia de plástico de Madrid en 2020

AAAAAAAH
¡VAMOS A MORIR!
La Lluvia de plástico de 2020 fue un extraño fenómeno ocurrido en 2020 en Madrid.
Fue confundida con nieve por gente con los sentidos poco entrenados.

No es nieve de verdad. El hecho de que una bola no se deshaga inmediatamente, que una parte de ella se ponga negra y que la operación deje un olor a plástico quemado son pruebas fehacientes de que la nieve no es nieve. Al calentar la bola debería caer agua y deshacerse, porque es obvio que con el fuego tiene que hacerlo. Esto es la mierda que nos mandan, puro plástico. Nos siguen engañando con todo.

En realidad fue provocada por Pedro Sánchez para mantener presos a los ciudadanos españoles mientras liquidaba lo poco que quedaba de España, convertirlo en Moscú y de paso, subcontratar a la empresa privada de algún amigo para limpiar las carreteras.

Aprovechando los buenos precios para adquir aviones parados producto del bajón del turismo aereo, consiguió que cerrasen las terrazas y confinar más a la poblacion y conseguir que el año que Ramón García volviera a presentar el Gran Prix y Alonso Caparrós lo propio con Furor.

Todo ello dentro de un proyecto llamado PROYECTO FILOMENA, dirigido por Mónica López. Con Fernando Simón no contaron porque esta muy ocupado haciendo surf luchando contra el Coronavirus.

Para ello, el gobierno se gastó los millones que le dio la Unión Europea para la pandemia del Covid-19 para crear nieve de plástico y tirarla con aviones invisibles que fumigaron con sus chemtrails todo Madrid. Es por ello que no llega a los hogares el Ingreso Mínimo Vital.

La nieve falsa se creó con una máquina innivadora que permite fabricar nieve a partir de materiales naturales como la celulosa, el carbón, el gas natural, la sal y el petróleo mediante un proceso de polimerización o policondensación.

El Isabel Zendal, que se abrió para el Coronavirus, acabó colapsado, pero en su área psiquiátrica.

Ya en la Biblia se narra como una de las diez plagas que azotó al pueblo de Egipto constaba en una lluvia de ranas o langostas.
Todavía Moisés no contaba con plástico como para lanzarlo y usaba lo que tenía a mano.

El caso es que se ha usado como maniobra de distracción para tapar crisis económicas o para que te sigan a través del desierto durante 40 años.

Esto puede ser un tema muy serio. Seguid negando la evidencia y el tiempo nos pondrá cada uno en su lugar.

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