Àngels Barceló

Àngels Barceló es una charo catalanazi fascistoide que parece que nació con la cara de oler a mierda puesta. Capaz de alegrarse que el chapapote llegue a las costas gallegas como de entristecerse por la caida de El muro de Berlin o la del clan de Los Puyol.

En su cerebro no cabe otra cosa que el servilismo obsceno hacia una ideología determinada. Su periodismo siempre ha sido sesgado, cargando a la izquierda, solo que con los años ya no lo puede ni ocultar. En los últimos años parece que le tira más Podemos que PSOE.

Tampoco acabó la carrera, como tantas eminencias intelectuales del periodismo y la política española.

Dio el salto de la radio a la televisión a finales de los 90. Era bella y tenía una sonrisa agradable que quedaba muy bien en cámara.

Pero se hartó de torreznos y sobaos Pasiegos y se dio contra el muro. En cuanto olió el muro, tiró a la radio antes de que fuera patente su derroición.

Al dejar la TV y pasar a la radio ya no le veía su público y empezó a comer doritos y se charificó del todo. 

Allí se dedica a hacer tertulias coñazo, apropiarse del trabajo de compañeros, despedir a otros o burlarse del resto. De vez en cuando hace masajes a políticos de su cuerda para mantenerse en su cargo y encerronas a los que no.

Mientras tanto, tiene una empresa que no tiene actividad pero genera un porrón de pasta. Raro raro.

Al ver que que su manipulación no dio sus frutos en las elecciones 4M, su futuro en La SER estaba en el aire, ya que vieron que cualquier ataque informativo que salia contra Ayuso en vez de restarle votos, le daba más.