Elisa Mouliaá

Sus lágrimas dicen más
 que cualquier hecho real
Elisa Mouliaá es una actriz de tercera con la edad mental de una cría de ocho años y menos luces que un barco pirata conocida porque Íñigo Errejón le chupó un pezón.

Su carrera de actriz es tan penosa que no merece la pena detenerse para analizarla. Cine patrio del malo, series baratas para charos y un programa en Televisión Espantosa que nadie vio.

En 2019 se casó con un empresario y se retiró de actriz. Creía que tenía la vida resuelta pero el marido la dejó y ella como venganza lo viogenizó, pero por suerte no coló y su abogada la abandonó. El juez la archivó por incoherencias y falta de pruebas.

Se lió con Errejón y pensaba que iba a conseguir un Ministerio sacándole brillo al pepinillo, pero no consiguió carguito y como vio que no medraba despellejándose las rodillas como la marquesa de Galapagar, decidió viogenizarlo también. 

Dijo que le echó droga al Colacao a la bebida. Supuestamente Errejón la encerró en una habitación del piso de unos amigos, y quedó tan traumatizada que acto seguido se fue con él a su casa. Para rematar ambos tenían pareja, ella casada. 

Días más tarde le invitó a un concierto por evitar violencia machista diferida.

No sé acordó de todo esto hasta cuatro años después cuando le llegó la derroición. Según ella por culpa de los ansiolíticos debido a su trauma con Errejón.

Luego firmó contratos por 54.000 euros con programas de TV con los que compró un piso que según ella donó a una ONG para mujeres maltratadas. El problema es que esa ONG no existe y que en realidad lo usa como inversión de alquiler. Lo demás es cuento chino.

Luego lanzó una campaña de recaudación de fondos a través de crowdfunding para pagarse otro piso el abogado. O será que está recaudando para pagar las costas del juicio que va a perder.

Hasta su abogado le ha pedido que se calle, ya que cada vez que habla la caga. Teniendo en cuenta que también ha defendido a Lesly Ochoa, la chiflada cantarina de el "caso Nacho Cano" se merece un lugar en el cielo ante semejante martirio. O el infierno.

Nosotros la creemos. No hay denuncias falsas, hay una derecha fanática cuyo trabajo es criminalizar a las mujeres.

Dudar de la palabra de una mujer es terrorismo machista. Solo sí es sí. Al juez que lo manden a deconstruir y 25 cursos de perspectiva de género.



Comentarios

  1. Pero qué riquísima que estaba en 2018 con su amiguita María Araújo, UFFF!

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  2. Me encanta esta web. Me recuerda a la extinta Frikipedia.

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    1. Inciclopedia (guiño guiño a Plasnisk) es como esta web también (con artículos que igual fueron modificados por última vez o bien ayer o bien hace mas de una década)

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    2. Y "curiosamente" ambas hablan de la debacle frikipedista. ¿Coincidencia? ¡NO LO CREO!

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