Mamen Mendizábal
Es la hija secreta del padre Mundina.
Pasaba sus veranos pegando brincos en la huerta murciana familiar. Esos años dorados proporcionaron a Mendizábal un amor hacia las hortalizas que ha dejado perplejo a más de un compañero de trabajo.
Estudió de pequeña en un colegio británico de Madrid donde aprendía a través de canciones cosas como los números, el abecedario o la vida de Tutankamon.
Pasó el curso escolar del 93 en un colegio de Linwood, una localidad de 30.000 habitantes cercana a Seattle. El día que llegó a Linwood tuvo experiencias inolvidables (espeluznantes). Su casa estaba en un residencial interminable en mitad de ninguna parte. No había más que casas y casas, todas exactamente iguales.
Sólo la vuelta a España un año después evitó que se hiciera arquitecta y se echara a perder su carrera de trilera informativa.
Estudió periodismo entre porro y porro para en un futuro intentar imponer sus ideas políticas al populacho camuflándolas dando noticias.
En octubre de 2004 fue contratada por Televisión española para presentar el espacio de debate 59 segundos, Programa donde comenzó su andadura de manipulación de medios.
El salidillo Emilio Aragón la reclutó para su ejercito de Chicas de laSexta y empezó a encargarse de conducir el informativo junto a otras jamelgas para usar sus atributos sexuales para complacer al machista Milikito y aprovechar sus discursos para torpedear a la derecha y hacer gala de su antimonarquía.
Andaba infrautilizada desde que la echaron de 59 segundos para hacerse cargo de las noticias de las ocho en la joven cadena Pero Emilio Aragón le dio un programa de debates para que se sintiera una conductora de debates y siguiera por su línea manipuladora. Al límite, que viene a ser como una tertulia tras las noticias del mediodía. Era un 59 segundos donde exprimían cinco minutos de crédito para hablar pijiprogres nada parciales y opinión sesgada como lo que perpetran en Libertad digital Tv con El gato al agua.
Un debate político comprimido en la cuenta atrás del cambio de neumáticos en boxes. El cronómetro es más importante que el discurso, y aunque se trataban dos o tres temas de actualidad, se afrontaban desde posiciones tan previsibles que realmente sobran cuatro minutos a cada invitado.
Quedó en lo que quedan todos los debates de hoy en día, en estruendo y griterío. Dos semanas duró con cambio de franja horaria incluido.
Desde 2012 más o menos estaba tranquilita con Más vale tarde, hasta que pasó de ser una melafo a envejecer y engordar como una Charo y fue de Derroición a Derroición hasta darse contra el muro y la echaron. Es lo que pasa cuando eliges enyre el gym y la panceta y eliges lo segundo.
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