Isabel Pantoja

María Isabel Pantoja Martín es una cantante española, destacada en el género musical de la copla.
Ha trabajado esporádicamente como actriz, en un par de películas que son las dos una mierda. Como cantante ha tenido mucho éxito, pero la cagó cuando se junto con ciertos personajillos frikis.
Hoy en día nos sigue tomando el pelo haciéndonos creer que es toda una diva cuando ya no lo es.
Pasó de ser reina de la copla y viuda de España a poco menos que la enemiga pública número uno cuando se hizo inseparable de Encarna Sánchez se ganó a todos sus enemigos
El caso es que siempre ha quedado claro que le gustan los hombres con bigotes como ella y se enrolló con el cacique Julián Muñoz, lo cual llevó a su posterior decadencia y un entrar y salir de juzgados.

Biografía

De niña Al nacer, sus padres comprobaron con asombro que no se trataba de una niña como las demás. Había nacido con bigote poblado y abundante que se iría haciendo más frondoso con el paso de los años.
Lejos de considerar tan extraña circunstancia como un problema, sus padres entendieron que su hijita había venido al mundo con un pan debajo del brazo, o de las narices para ser más exactos, y que en el futuro su peculiar característica le abriría muchas puertas, sobretodo las del circo.

Ellos se consolaban pensando que algún día se ganaría la vida como la mujer barbuda de algún circo ambulante. Pero desgraciadamente nunca le salió la barba, y el papel de mujer bigotuda no se ajustaba a la tradición circense.

Así que lejos de solucionarle el futuro, le complicó considerablemente la existencia. Su bigote se había convertido en la envidia de todos los hombres del pueblo. Su novio estaba convencido que Isabel era realmente un señor. Cuando descubrió que su novia era realmente una mujer, sufrió una profunda depresión que trató de superar convirtiéndose en la drag queen más famosa de la comarca.

La pobre Isabel Pantoja había probado con maquinillas de afeitar, cremas depilatorias y con fuego, pero la lucha contra su crecimiento capilar parecía ser una batalla perdida.

Se fue de viaje para desahogarse. En el pueblo estaban acostumbrados a su bigote, pero en el resto de España no. Desde que se bajó del avión, se convirtió en todo un acontecimiento. Los niños le pedían autógrafos, las mujeres se fotografiaban con ella y los hombres se tocaban sus respectivos bigotes en actitud comparativa.

Camino del éxito

Isabel no tardó en formar compañía de mariachis bigotones con la cual subvencionaría su carrera y durante años cultivó la copla, género en decadencia en aquel momento y cuyo interés en el público consiguió resucitar.

En 1983 salió a la luz su primer álbum de música pop y comenzó su verdadera popularidad. Se casó con el torero Paquirri. Solo le duró un año el matrimonio y se convirtió, en la viuda de España. La prensa rosa la catapultó como el personaje más perseguido. Desde ese día vive más de este hecho que de la música, ya que a sus conciertos iban tres o cuatro gatos.

En 1989 se le enamoró el alma y vuelve a conseguir el favor del público. Por aquel entonces su folla-amiga María del Monte también triunfa a la sombra de los pinos.

Protagonizó en 1990 la olvidable película Yo soy ésa, la cual tuvo éxito en taquilla, ya que había mucha curiosidad. También grabó un disco junto a la Orquesta Filarmónica de Londres dirigida por Luis Cobos.
Un año después repetió en el cine con El día que nací yo, pero esta vez no engañaron a tantos como la primera vez.

En 1996 se da cuenta que ya se la había pasado el arroz, por lo que fue al tercer mundo a comprar a Chabelita, una niña peruana. Se vio envuelta entonces en una vorágine mediática y judicial por el presunto pago de sobornos para acelerar la adopción.

Decadencia

En 2007 se vio envuelta en el escándalo del llamado Caso Malaya gracias a Julián Muñoz, ex-alcalde de esa localidad, es uno de sus principales imputados. Fue detenida y acusada de varios delitos contra la hacienda pública, blanqueo de dientes, dientes, que les jode capitales y no sacar las bolsas de basura a la calle. O algo así.

Para Isabel Pantoja, ennoviarse con Julián Muñoz le supuso un disgusto tras otro. Y eso que no sabemos cómo sería la pareja en la cama, que tiene pinta de haber sido dramático también.
En todo caso, el juez encontró indicios de delito de blanqueo de dinero. Fue detenida por error, ya que en realidad un confidente delató a Julián Muñoz, pero la policía no tenía una foto, solo una descripción: Varón, peinado hacia atrás y bigote, pero como estaban juntos, la policía se llevó a ambos.

Salió en todos los medios informativos, ya que no había nada interesante que manipular o poner noticias sin contrastar. Quedó libre tras pagar una fianza de tres bolsas de basura.
Luego pidieron tres años y medio de cárcel, pena muy dura por blanquearse los dientes.
Además del ingreso en prisión, también pidieron a la cantante una multa de Tropecientos euros, los cuales podría reembolsar en bolsas de basura.

Finalmente la condenaron a 2 años de cárcel y se desmayó en los juzgados.
Tras esto quitaron su figura del museo de cera... bueno, lo que los del museo decían que era la figura. Cualquier parecido es pura coincidencia.

Fichaje por Telecinco

Los de Telecinco metieron al berraco de su hijo en la isla de Supervivientes para hacerle la pelota a su madre y lo consiguieron. Isabel fichó por Telecinco con Paquirrín como adherido y su amiga de alma Chelo García Cortés.

Fue la madrina de Quiero cantar haciendo duetos con niños y dando consejos en esa especie de inmunda copia de Operación Triunfo. El plan A de Telecinco fue confiarle la última noche del año como flamante y millonario fichaje acompañada por su pequeño del alma, Kiko Rivera.
A pesar del desembolso fue su hijo el que apareció más por la tele que ella.

Iba a ser jurado de Más que baile, ya que es una experta en baile, como también lo eran Boris Izaguirre, Santi Rodríguez y Mariano Mariano.

Debutó en Telecinco con Isabel, a su manera un especial de Navidad que se vendió a bombo y platillo. Tres horas de una mezcla de concierto y un Hormigas blancas. Una estructura plana, sin sorpresas, dedicada a sus devotos. Ya al final, y como colofón al empacho de halagos y adulaciones, el hijísimo, Kiko Rivera, ramo de rosas en mano terminó por enumerar las bondades de su madre. Todo olía a enredo de Telecinco para justificarnos (y justificarse) el haberse gastado 2 millones de euros en contratarla.

Casi la caga de mala manera cuando llamó indignada al programa de Susanna Griso, Espejo público.
Tras semejante metedura la pata, lloró ante los directivos de Telecinco para que no rompiesen su contrato millonario y dio la escusa perfecta a los directivos de Mediaset de ofrecer el biopic sobre su vida sin sus interferencias.

Telecinco le dio la patada y se le acabó la fiesta a ella, al vago de su hijo y a su clan de amigos que trabajan en Telecinco y que aprovechaban su relación con la tonadillera como currículum vitae al negarse a conceder una entrevista exclusiva en el Sálvame Deluxe.
Ella debió de pensar que con las cuatro veces que apareció en un año era más que suficiente. El problema es que en una de esas ocasiones, hasta se equivocó de cadena.

La cosa acabó tan mal que acabó demandando a Telecinco. Reclamó a Mediaset chonicientos millones de euros yenes en concepto de "daños morales" tras la emisión del telefilme sobre su vida Mi gitana.

Tras salir de prisión sacó un nuevo disco. Pero ya su carrera como cantante no se la toma en serio nadie y nadie compró sus disco ni fue a sus conciertos.
Tuvo que ir a Supervivientes como una famosilla del tres al cuarto para poder pagar a hacienda.
Tras eso, solo sobrevive como carne de Salvame y marioneta de Paolo Vasile.




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