8 de Marzo de 2020: Año de la mujer contagiadora

8 de Marzo de 2020 fue la fecha conocida como El infectódromo, en la que mujeres hechas y derechas (más unos cuantos planchabragas y algún travesti) gritando como adolescentes cánticos idiotas, vestidas de morado, haciendo el ridículo, y soltando toda una serie de soflamas, se reunieron en una especie de fiesta del COVID 19 en la que esparcieron sus emponderados virus entre la población española. 

Según el misterioso experto salido de la nada, Miguel Lacambra no fue determinante. Publicó gráficas molonas y estadísticas y, como todo el mundo sabe, eso es irrebatible.

Lo cierto es que es incuestionable que antes había menos de 20 muertos y después miles antes de que acabase el mes.

También es cierto que hubo más eventos, pero todos ellos se tuvieron que autorizar para hacer posible las manifestaciones del 8M que tanta ilusión les hacía y que venía muy bien como propaganda política.

Historia

Mientras tanto, Pedro
En Enero, Pablo Iglesias, vicepresidente del Gobierno, dice que España está "preparada para la situación que venga" al conocerse que China confina Wuhan, que si eso, él mismo azotaría al virus hasta que sangrase.

Días después un informe elaborado por José Antonio Nieto González, jefe de Prevención de Riesgos Laborales de la Policía Nacional, solicita al Gobierno medidas de protección como guantes de nitrilo y mascarillas para evitar la exposición al coronavirus. Fue ascendido destituido.

La OMS declaró la emergencia internacional. El gobierno español siguió sin hacer ni puto caso. Salvador Illa aseguró que a ese virus chino, si se le ocurría venir a España le daba un palo que lo reventaba.

A finales de mes aparece el primer caso en España. Fernando Simón, oráculo del Reino de España, predice que España no iba a tener más allá de algún caso diagnosticado. 

No podía saberse tía...
Jijijijiji
En febrero la OMS eleva a "amenaza muy grave" la alerta sanitaria, pero España sigue sin adoptar medidas y que los dejasen en paz, que había más cosas importantes como aprobar la Ley de Eutanasia.

Tiempo después se suspende el Mobile World Congress con las críticas del gobierno de Sánchez. Según la vicepresidenta Carmen Calvo no había razones sanitarias, que se quería comprar un móvil, que el suyo estaba cascado.

Pedro Sánchez y Salvador Illa opinan igual. Este último dijo que lo de la mascarilla era una gilipollez.

Fernando Simón va más allá al decir que no existía riesgo de infectarse. Poco después muere una persona de Coronavirus. Por lo visto, aquella persona no se enteró que aquello era una gripecilla de nada y se murió a propósito. Alguno ya sospechaba que Simón era una mierda de oráculo.

La OMS eleva a "muy alta" la alerta internacional y Salvador Illa insiste en que las mascarillas no son necesarias.

Mientras tanto...
Desde el 2 de marzo hasta el 8 de marzo llegan a España, procedentes de China e Italia, decenas de vuelos y barcos sin control sanitario de pasajeros. Todo ello pese a que el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, del que es miembro Fernando Simón, informa de que el virus se propagaba rápidamente y recomienda no celebrar "actos masivos". Se lo pasan por el forro de los cojones.

El 3 de marzo España registra 169 casos y un muerto. Ese mismo día, el Gobierno presenta su chapucero proyecto de Ley de Libertad Sexual.

Empiezan a haber un número de muertes ya considerables a lo que Pedro Sánchez actuó de forma contundente y efectiva dice que "sin feminismo no hay futuro" y llama a "llenar las calles de feminismo".

El 6 de marzo Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades llama ya a decretar el Estado de alarma, que la cosa se estaba poniendo fea, pero como quien oye el viento.

Fernando Simón pronuncia otra de sus frases: "Si mi hijo me pregunta si puede ir a la manifestación del 8-M le diré que haga lo que quiera". Igual es que no se llevaba bien con su hijo.

En los medios de comunicación al servicio del Gobierno, como La Sexta animaban a la gente a acudir a las manifestación, pese al riesgo ya conocido de contagio y decenas de muertos a las espaldas.

8 de marzo

Imposible que hubiese contagio
España superaba los 600 casos y 17 muertos. Se celebró sin restricciones en toda España.

Varias ministras resultaron contagiadas. Irene Montero y Carolina Darias son las primeras. Moncloa intentó ocultar el positivo de Carmen Calvo. También resultan contagiadas la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, que Moncloa también ocultó, y la madre y el suegro del presidente de Pedro Sánchez.

Consecuencias

Jo tía, no podía sabers...
¡AAATCHUUUUUUUUS!
Al día siguiente el coronavirus se disparó tanto en contagios como en muertes. Entonces ya sí se plantearon suspender actos multitudinarios que no daban votos, como las fallas de Valencia o procesiones religiosas cristianas. El coronavirus ya campaba a sus anchas y iba a lo loco. Los muertos ya se cuentan de 100 en 100.

Entonces ya sí se decidieron a decretar el Estado de alarma.

A final de mes ya había casi 10.000 muertos. Eso sí, al heteropatriarcado lo frenaron.

En junio se hace público un vídeo en el que Irene Montero, sin saber que está siendo grabada, confirma que ella y el Gobierno sabían que aquello estaba desmadrado, para colmo, durante el Pleno para aprobar la sexta prórroga del estado de alarma, Pedro Sánchez proclama: "Yo lo digo alto y claro: ¡Viva el 8 de marzo!".

El 8M, gracias al PSOE y Podemos, ya nunca más será el Día de la Mujer, sino El día de la plaga feminista.

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