Íñigo Quintero

Íñigo Quintero es un supuesto chaval que pretenden hacernos creer que llegó al top 1 de Spotify surgido de forma natural y espontánea de forma independiente, pero en realidad ha sido, desde sus inicios apoyado financieramente y su música promocionada a través de sellos, discográficas, mánagers o agencias de prensa.

Detrás de él están unos padres forrados, el Opus Dei y hasta Abu Dhabi.

El resto, empresas de marketing que sacaron vídeos de Tik tok o Instagram para promocionarlo. El resto es historia.

Aspira a ser La Rosalía, pero del Opus Dei y ocupar el mercado de Hakuna.

Su canción (Si no estás), un mojón aburrido con letra genérica, arreglos mediocres y acompañamiento básico que, después de regueatoneros retrasados con autotune, esto a muchos les parece propio de los dioses, pero no. Es una mierda.

Lo que sí ha logrado es la mayor compra de bots de la historia de Spotify. De hecho, en otras plataformas está mucho más abajo o ni aparece.

Su primera aparición fue cutre, un evento de Cadena 100. Su siguiente lanzamiento, Lo que queda de mí, apenas contó con una estrategia de promoción y pasó sin pena ni gloria.

No, nadie sin una trayectoria mínima alcanza estas cuotas.