Leopold Houston

¡Maldito seas, Capellán Horrigan! Leopold “Leo” Houston (también conocido como Lee, y a veces como “ese tipo que parece que siempre está en medio de algo, pero nunca del todo” es el hijo de en medio de una familia destruida. Criado entre bases militares alrededor del mundo gracias a sus padres marinos, Leo nunca encajó en ningún lado. Su adolescencia tampoco fue un jardín de rosas. A los 14 años, en Filipinas, desesperado y solo, buscó a un hombre que prometió presentarle a un Dios misericordioso y amoroso, pero que en cambio le introdujo una lengua encurtida en ginebra en su garganta adolescente y le mostró un pepino. Desde entonces, asocia las ensaladas con el Apocalipsis. Eso lo llevó a abrazar la filosofía universal de los desadaptados: las drogas. Otra teoría es que fue por necesidad de atención de sus padres. Llevó una vida sospechosamente predispuesta a coleccionar traumas como si fueran estampillas. Tocó fondo cuando se despertó en un motel lleno de moscas, cubierto ...