El diccionario de la diabla

Hostia terrible Raquel del Rosario es una supuesta cantante, más conocida como la irritante cantante de El sueño de Morfeo, cuya voz de pito taladró los oídos de los españoles. Una canija sin caderas y con una cintura a la altura del pecho. Se salva por la cara, con maquillaje, claro está. Es tan poca cosa que durante los actos sexuales se desarma y hay que volverla a armar como si fuera Don Potato Biografía A los 17 conoció a Feito y en 2000 se fue a Asturias. Allí se unió a su novio y formaron Xemá. Conocieron a Juan y nació El sueño de Morfeo . Pero seguían siendo un grupo local sin demasiada repercusión. El punto de inflexión llegó gracias a sus intervenciones en la serie  El sueño de Antonio Resines  Los Serrano en 2005. Lanzaron su carrera con sus dos unicos grandes éxitos como Nunca volverá o Esta soy yo. Luego vivieron de las rentas un tiempo. Su decadencia llegó cuando empezó su relación con Fernando Alonso. Fue en ese momento en el que se pudo c...

Nunca volvera... Nunca ha estad... Zzzzzz La pesadilla de Morfeo El sueño de Morfeo es uno de esos grupos musicales de ñoñopop de mierda, nacido en 2002 gracias a esa corriente musical ultrañoña de grupos que aparecieron a finales de los 90 y principios de los 2000, con nombres del tipo el Nosequé de Nosecúanto que hacían canciones moñas para partir el corazón de numerosas niñas que aún creen que existe algo llamado romanticismo. Entre su repertorio se encuentran canciones con letra idiota y repetitiva, estribillo imposible, una voz irritante y una música ramplona. Cursiladas una tras otra hasta el punto de que se pone el nivel de azúcar por las nubes a todo aquel que lo oiga. Historia Aunque nacieron en 2002, el grupo se llamaba Xemá y era una de tantos. Luego se cambiaron el nombre a El sueño de Morfeo y entró en la banda el que de veras tenía talento, Juan Luis Suárez. Pero seguían siendo un grupo local sin demasiada repercusión. El punto de inflexión llegó grac...

Mi madre dice que Poeta es el que hace poesias Alfredo García Lorca Castillo , más conocido como Alfred García, es un cantante, poeta y betazo de cojones que va de aliado feminista que sigue las corrientes progres. Un ser que difícilmente se puede tomar en serio. Parece un pringao de instituto venido arriba con una pedantería impropia de su escaso talento y empeñado en resultar cool. Se cree Ricky Falkner y se compara con Bob Dylan o Leonard Cohen, pero no es más que un Pablo Lopez de Todo a cien o un Salvador Sobral de Hacendado y sus discos se venden en el Carrefour. No ha lanzado un sólo tema memorable a excepción de composiciones, bastante corrientes, de puño y letra de otros músicos. Lo peor que le pudo pasar es saltar a la fama. Se le ve superado e intentando aparentar que es algo que no sabe ni él. Lo suyo no es más que el destello de un fenómeno fan que no duró demasiado. Si fuera listo dejaría de cantar o, al menos, se reinventaría en otra cosa muy distinta a lo que...