Gigante Verde del maíz

El Gigante Verde del maíz es una persona nacida en 1925 que se comió una espinaca radiactiva en Chernobil y creció a lo bestia. De hecho, hay quien cree que es Torrebruno hormonado. No lo podemos asegurar, pero lo es lo más probable.

Todos le perseguían y lo insultaban por su apecto, así que decidió apalancarse en un maizal que era propiedad de unos ancianitos. Ni que decir que se los comió de un bocado, que la cosa no estaba para pagar alquileres.

A pesar de su gran tamaño poco se sabe de él, ya que quien trata de averiguar algo, de la inmensidad de la oscuridad sale el gigante y se come la cabeza. Por su puesto, Iker Jiménez y Santiago Vázquez ni de coña van a investigarlo, que las psicofonías son más interesantes y les queda más cerca de casa.

De lo poco que se conoce de él sabemos que se alimenta de personas curiosas que se acercan allí y alguna mierda de vaca. Lo del vegetarianismo no es más que una pantomima y solo usa vegetales para limpiarse el culo.

En un determinado momento de su vida, decidió montar una empresa de vegetales enlatados y se hizo rico y durante muchos años se comía los niños que les sobraba a Michael Jackson y a los curas. Actualmente donde estaba el maizal ahora cultiva marihuana y está dedicado al narcotráfico.

Sus abogados le aconsejaron que dejase de comer gente y se inició una campaña mundial de lavado de imagen. Por supuesto, en su debut en un spot de televisión en 1959, no causó la sensación que se esperaba. Parecía Godzilla con sonrisa lasciva y que se tambaleaba al son de una música típica de los cuentos de gigantes, por lo que a los niños, más que hambre, les daba por esconderse en el refugio nuclear. Por más que se trató de hacer parecer que era un gigante amable y bondadoso estaba más cerca de parecer Frankenstein que a un gigante amable.

Se apuntó a un gimnasio para mejorar su imagen física, pero nunca fue, así que contrató al Señor Miyagui para que lo entrenase. Al segundo día lo mató y decidió hacerse una liposucción y operaciones de estética. Fue entonces cuando decidieron mentir sobre el vegetarianismo.
Finalmente, se le ocurrió añadir el "Ho, Ho, Ho" de Santa Claus para obrar el truco, aunque más tarde le demandó por derechos de autor.

Su vida amorosa es bastante corta, ya que sus relaciones duran lo que tarda en mantener relaciones sexuales con sus parejas. Evidentemente mueren durante ellas. Suele aliviar sus deseos sexuales frotándose contra la estatua de la libertad, que por eso está verde y no por otra cosa.

Comentarios

Publicar un comentario

Puedes comentar en esta web usando los comentarios que cada página tiene para comentar si te ha gustado o para insultar a su autora y decir que este blog es una mierda. Tanta sinceridad puede llegar a que otros lectores se sumen a lo que es ya, un secreto a voces. La verdad duele.

Entradas populares de este blog

Isabel Díaz Ayuso

Ane Lindane

Antonia San juan