Arca de la Alianza

Cuando Moisés oyó
 la palabra arca
temió que le obligase
a construir otra cosa
como Noé
El Arca de la alianza es un objeto sagrado que guardaba las tablas de piedra que contenían los Diez Mandamientos y un reactor nuclear en miniatura.

Dios se la dio a Moisés para que no se estropeara las piedras, ya que por aquella época no se habían inventado las fotocopiadoras.

El caso es que no le contó que en realidad era una réplica que compró en una tienda de chinos, ya que sabía que los judíos no eran muy de fiar. La verdadera está en el cielo y es donde Dios guarda su dentadura postiza.

Desapareció con la destrucción del templo de Jerusalén por el rey Nabucodonosor II. Lo cierto es que un tal Jeremías se la llevó en un lugar seguro hasta que se acabase la violencia en Israel. Ni que decir que siguió en su escondite criando polvo desde entonces.

Hay quien cree que está en Etiopía, ya que Salomón tuvo un calentón con la Reina de Saba y producto del mismo nació Menelik I, futuro rey de Etiopía. Menelik regresó a Etiopía y se llevó el arca, aunque lo cierto es que se llevó una mala copia.

Al fin y al cabo Salomón era sabio y su hijo gilipollas. Indiana Jones la encontró cerca de El Cairo, Egipto y fue escondida en el Área 51, pero luego se perdió. En 1943 los Nazis la encontraron en la Patagonia argentina. Fue llevada a la Antártida. Los rusos la capturaron en el traslado y en 1986 al manipularla la hicieron estallar, provocando el agujero en la capa de Ozono. Este incidente fué encubierto al mundo como el desastre de Chernobyl.

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