Calzoncilloman

Una de las pocos fotos
que hay del heroe
Calzoncilloman  es un héroe nacido en Freedonia bajo el nombre de Brian de Canela.
Se le conoce por correr por las azoteas con unos calzoncillos en la cabeza y por atrapar a los villanos en callejones bien oscuros.

Viene de Marte del extrarradio de la región de Cydonia. Su organismo marciano segrega unas glándulas que le impiden decir no.
Fue enviado al planeta Tierra por su padre Calzonazosman y su madre, Bragetazowomen, justo antes de que el planeta se quedara rojo cuando todos sus habitantes encendieron la aspiradora al mismo tiempo.

La nave espacial en la que viajaba aterrizó en las afueras y se perdió. Llegó a la Tierra preguntando por dónde se iba y amablemente un joviano que pasaba por allí le indicó el camino.
El bebé fue encontrado y adoptado por un matrimonio que quería tener perros, pero ya que se lo encontraron a él se lo quedaron. Durante su infancia le llamaron Tobi y lo sacaban a la calle con correa a mear. Luego lo llevaron al veterinario para cortarle el pelo y se dieron cuenta que no era un perro.

Siendo tan sólo un jovencito emigró a Europa en busca de fortuna, ya que sus padres habían sido asesinados al entrometerse en una discusión entre ñetas y Skin heads sobre si era mejor Homero Simpson o Homer Simpson. Murieron miles de personas de ambos grupos, que teniendo en cuenta que eran desechos sociales tampoco es que importara demasiado.

En sus años estudiantiles, quedó maravillado ante la inteligencia y sobriedad de un señor que siempre se sentaba en un banco del parque con mirada aviesa. Años después, ese señor fue abatido por la policía por motivos que tampoco es que sean relevantes para esta historia.

Se dice que una vez le pusieron un examen tan complicado que de tanto pensar se le quemaron todos los pelos y la cara, por lo que decidió cubrirse con lo primero que encontró, unos calzoncillos.
Así empezó su trayectoria de superhéroe. Se buscó un trabajo civil de repartidor de periódicos hasta que lo echaron por robar bolígrafos.

Cayó en desgracia principalmente debido a graves acusaciones de impresorafília. Al parecer disfrutaba sodomizando impresoras y escáneres que le dejaron sin empleo. Con su imagen pública manchada irremediablemente, cayó en el infierno del alcohol y las drogas.
Acabó como un regadera y babeando en un manicomio, ya que era un loco, maníaco y lunático. Y es que llevar toda la vida unos calzoncillos sucios en la cara lleva a la locura y perdición.

Al entrar en vigor la ley antitabaco, Calzoncilloman fue abatido por la policía al intentar encenderse un cigarro en un restaurante.

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