La Oreja de Van Gogh

¡Camarero, hay una
Foca en mi sopa!
La oreja de Van Gogh es grupo musical de ñoñopop destinado a niñas con problemas de estima que en una época sonaban en anuncios, en hilos musicales y en sitios inesperados.
Tienen el gran mérito de haber logrado hacer un grupo en el que todo, absolutamente todo, produce náuseas.

Desde la voz y la entonación de la cantante, su pose y sus gestitos, hasta las letras de las canciones donde la cursilería, ñoñez, y los tópicos facilones de tiovivo de almíbar cabalgan a sus anchas.
Hasta el nombre del grupo es horrible: la amputación anatómica de un pintor desequilibrado.
Su popularidad bajó cundo en un programa de Pedro Ruiz, afirmaron donar parte de sus ingresos a una organización pro etarra, declarándose fervientes admiradores del grupo terrorista. Pedro, indignado, les expulsó del programa y se destruyeron todas las copias del programa en la misma hoguera que La niña de la mermelada de Sorpresa ¡Sorpresa!.

Historia 

Antes de que Amaia Montero se uniera, ellos ya habían formado un grupo llamado Los Sin Nombre. Allí la cantante era una paralítica, lesbiana y deforme. Solían versionar temas de grupos ya conocidos. Sin embargo luego empezaron a componer canciones propias y decidieron buscar a alguien que cantase y no fuese un engendro.

El guitarrista escuchó a Amaia Montero cantar el tema Nothing Compares 2U de Sinéad O'Connor en una fiesta del pueblo y la invitó a hacer una prueba con su grupo con la condición de que cantase sin comer magdalenas a la vez. 
No fue posible. Entonces llegaron a un acuerdo: la fea cantaba y Amaia hacía como que cantaba.

Quinceañeras con aparatos en los dientes vieron nacer este grupo de su gusto del estilo de Ella baila Sola, ya que el grupo buscó esa clase de público. 

Primeros discos

Qué guapa la de allá abajo... uy, si soy yo... Jijijiji
En 1998 grabaron su primer disco Dile al sol. Un álbum con canciones infantiles sin mucho sentido pero que hace aparentar que trata sobre ellas y su búsqueda de su príncipe azul.
Mucha música pop juveníl, un amago de reggae y mucha música de baratillo, poesía cutre, filosofía de libro de autoayuda y mucho "te entiendo amiga".

Obtuvo siete discos de platino en España. Su segundo álbum de estudio fue El viaje de Copperpot, un disco parece una continuación del primer disco hecho con lo que sobró del primer disco.

Tuvo colaboraciones tan extrañas como la del la orquesta sinfónica Bratislava.
Con este álbum logró consolidar su fama, alcanzando el éxito en Latinoamérica, vendiendo más de dos millones de copias en todo el mundo poniendo de moda el ñoñopop.

En 2003 lanzaron su tercer álbum, Lo que te conté mientras te hacías la dormida. Ya desde la primera canción (Puedes contar conmigo) deja clara sus intenciones de que el disco iba a tratar de lo mismo que los dos anteriores, es decir; "amiga yo te entiendo, compra mi disco y lloremos juntas". En 2006, editaron su cuarto trabajo, Guapa y Más Guapa, su disco más soso. Habían perdido la melodía piji-pegajosa. Casi podría haber sido este su primer disco por sus aires amateur. Más guapa No es más que un recopilatorio para sacarse unos eurillos mientras el grupo se buscaba otra cantante. 

Salida de Amaia Montero

Cada disco que graba
 imita mejor a Amaia
En 2007, Amaia anunciaba en el blog oficial de la banda que decidía dejar el grupo tras 11 años, para comenzar su carrera como solista, pero la realidad es que la habían echado como una perra por darle demasiado al bebercio.
La sustituyeron por Leire Martínez, una imitadora suya. De todas formas la paralítica fea y lesbiana seguía poniendo la voz.
El grupo ofreció una conferencia de prensa donde la presentaron como imitadora de la anterior nueva vocalista.

El primer disco con Leire como vocalista fue A las cinco en el Astoria y la venta de discos cayó espectacularmente.
Al segundo disco lo llamaron Cometas por el cielo y se pasaron al electropop discotequero subiéndose a la ola de Rihanna o Lady Gaga.

Eso sí, la melodía y la temática son las de siempre (arena de playa, columpios vacíos...) pero este cambio dejó a sus fans completamente confundidos. Y al resto, también. Vamos, que andaban perdidos y se les fue la pinza pasándose a lo electrónico para parecer más modernos y actuales. Lo cierto es que lo mejor que se puede decir de este disco es que es bastante prescindible. Las ventas de este disco fueron ridículas.

Hoy en día el grupo sigue existiendo de forma residual.

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