Jean-Claude Van Damme

Jean-Claude Van Damme, es un actor, artemarcialista, bailarín y ocasionalmente director de cine. Experto en artes marciales, es reconocido como uno de los actores más fantasmas durante los 80 y 90.

Era un niño que sus compañeros le daban de hostias y le quitaban siempre la merienda. Así que su padre decidió matricularlo en Karate. Pronto alcanzó el cinturón negro, pero nada se sabe de aquellos matones, aunque se rumorea que sólo pueden entrar a lugares que tengan rampa.

Siendo una máquina de matar, decidió darle a los esteroides y ponerse como un toro, llegando a ser Míster Macho. Posteriormente, y tras varios años centrado en superar aquellas palizas y consecuentes pérdidas del almuerzo se hizo un poco mariquita y se hizo bailarín dando brinquitos.
Sin embargo, no era más que un espejismo, una cortina de humo y estaba preparando su venganza. Abrió su propio gimnasio por que le salía más barato que pagar la cuota de uno ajeno. Decidió dar el salto a Hollywood.

En 1982, con solo un puñado dólares en el bolsillo y ni papa de inglés, partió rumbo hacia Hollywood con una clara intención de hacerse famoso y ser tan rico como para desayunar con champan y marihuana. Trabajó de cualquier cosa, desde masajista hasta repartidor de pizzas, hasta que consiguió meterse en el mundo del cine gracias pequeños papeles como Desaparecido en Combate de Chuck Norris, del cual copiaría su patada giratoria.

Su primer éxito llegó con Retroceder nunca, rendirse jamás, en la que encarnó a un temible luchador ruso que acabó con la vida de un anciano que le miró mal.
Su fama la alcanzó con Contacto Sangriento para protagonizar Kickboxer, y tropecientas películas más que se podrían resumir en: No quiero luchar pero ellos me obligan por que han secuestrado/matado a un colega, pero yo en realidad soy pacífico.

Después llegaría Timecop, en la que interpretaría a un policía de la Comisión de Control del Tiempo, encargado de evitar que los viajes temporales alteren el pasado modificando el presente.
Estaba en la cresta de la ola, reventaba taquillas y no había fiesta en la que no quisiera contar con su presencia. Fruto de su fama como actor de acción, fue elegido para encarnar al Coronel Guile en la película de Street Fighter, compartiendo créditos con el sin par Raul Julia y con Kylie Minogue.

Van Damme nunca se llegó a recuperar del todo y a partir de ese momento empezó a encadenar directos a DVD y como le suele pasar a nuestros ídolos, cuando Jean Claude montó el circo, le crecieron los enanos. Su adicción a la cocaína salió a la luz, junto con el diagnóstico de un trastorno bipolar, sus constantes escenas de tensión en las noticias, y su más reciente problema con el botox minaron su fama.

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