Rosa López

Elijo igual de bien los novios
 como los temas que canto
ni que decir de peluqueros
Rosa María López Cortés, más conocida como Rosa López o Rosa de España, es una cantante española mezcla entre Cher y Marujita Diaz muy cazurra que habla como si tuviera papas en la boca que se dio a conocer en la primera edición de Operación Triunfo. Es tan cateta que Jesulín y Belén Esteban podrían darle clases de dicción.

Un caso digno, más que de estudio, de ayuda psicológica, porque sus continuos cambios musicales y vaivenes de un estilo a otro hacen obvia, no una evolución acorde con las distintas etapas en la música y la moda, sino un absoluto desconcierto sobre dónde ubicar a este personaje en el panorama musical.
Era imposible seguirle el ritmo a sus discos, ahora pop, ahora latino, ahora dance, ahora soul, ahora de versiones para señoras de 60.

Y su carrera se fue a la mierda porque mucha gente a su alrededor que no ha sabido aconsejarle. Empezando por algunos fans y terminando por sus jefes.

Ahora continúa su carrera musical, de poca repercusión, y promociona productos de adelgazamiento a la vez que se pelea con su peluquero. Cierto que ha adelgazado, pero la cara de zampabollos no se la quita nadie. Hoy en día sigue exagerando y explotando demasiado la gravedad de su voz, con ese efecto tan ronco y desagradable que la ha acompañado desde el primer día.

Biografía


Por favor, cogerme
que mi pare me tiene
recogiendo maracatones
Nació como una albóndica enorme y sus padres enseguida se dieron cuenta que habían parido a una gorda soltera. Tuvo pocos novios y no le duraban nada.

Su primer novio fue Pablo Muñoz Cariñanos, una relación que duró apenas dos años. Después llegó Cristóbal Sánchez, que acabó siendo su representante, pero apenas le conseguía conciertos, así que le mandó a la mierda.

El tercero acabó en la trena. El siguiente fue Francisco de Paula Prieto, un abogado y político del PP, que tal como está la cosa y la suerte que tiene ella, acabará imputado por corrupción.
Sus padres le metieron en la cabeza dedicarse a la música, ya que no servía ni para trabajar ni para buscarse un marido rico. Para ello, su padre la llevaba en la fragoneta a dondequiera que hubiese una boda o un bautizo a cantar.

Operación Triunfo

Se dio a conocer en el reality musical Operación Triunfo, proclamándose vencedora. Representó a España en el Festival de Eurovisión de 2002 con Europe living a celebration. Jamás se supo lo que celebraba Europa, ya que la letra parecía escrita por un mono subnormal. Se veían ganadores y favoritos y se llevaron un séptimo puesto y un gran chasco.

Carrera discográfica

Necesito alguien
que me pode
Firmó su primer contrato discográfico en 2002 lo cual era el premio del concurso. Las ansias de su discográfica por hacer dinero fácil la llevaron a grabar un primer disco, titulado Rosa, digno de olvidar.

Pronto se frustó su carrera por un problema de la voz y mientras David Bisbal, Chenoa o Bustamente arrasaban, ella se quedó por el camino y no se llegó a recuperar nunca. En su discografía solo destacaron el primer y segundo disco, aupados por el tirón de OT, pero en el tercero ya la cosa fue más bien discreta.

Todo el mundo sabe lo que sería mejor para Rosa... menos su discográfica. Porque cuesta creer que ella realmente no quiera inmiscuirse en estas cosas que canta y que lo haga obligada.
Años más tardes, con la fama un poco digerida y con unos productores un poco más centrados, grabó Ahora, un disco dance pop. Aunque no fuese una obra maestra, indicó a Rosa el camino a seguir en la industria musical. En su siguiente álbum, Me siento viva, siguió trabajando este estilo, algo que le valió el reconocimiento de la industria. Sin embargo esta etapa comercial no agradó a algunos de sus fans y a la propia Rosa.

Su quinto disco Promesas es una pantomima que en realidad no es más que otro disco de versiones. Aquí fue cuando de verdad se cargó su carrera. Había perdido afluencia de público a sus conciertos. Rosa cambió de look y lanzó Propiedad de nadie, un disco que le alejó definitivamente de la mayoría del público y sobre todo de la industria. Pasó de llenar estadios a tener que cancelar conciertos en pequeños pueblos de provincia.

En su séptimo disco llamado Rosa López pasó sin pena ni gloria, siendo generosos. Luciendo un pelo afro a lo Rihanna.
Aquí quedó más bien claro que su estilista era la mayor de sus enemigas y seguramente la persona que le inyectaba aquel líquido azul.
Tiró por el retrete su comeback al ponerlos al servicio de una canción que es una versión de un tema de Mari Trini, Yo no soy esa, en la que suena un organillo a lo Camela que para colmo su voz es tratada informáticamente.

El caso es que el rollo parece acabársele. Después de eso quedó para ir de invitada a programas de TVE y de vez en cuando saca un disco que solo se lo compran sus vecinos.
En el último disco Kairós debió irle tan mal en ventas que hasta la echaron de la discografica.
No es de extrañar, ya que en la gala Unicef de Canal Sur interpretó Sueña y Ahora Se Quién Soy, su último single. La primera actuación fue realmente trágica, no sólo ya por el constante desafine de la artista, que no encontró el tono en prácticamente toda la canción, sino porque además, también estuvo fuera de tempo en la mayor parte de la misma.

Sacó un EP llamado Rarezas promocionado con topless, pero ni con esas. Solo la llamaron para hacer un concierto en un centro comercial.
Lo normal es que fuera un fracaso cuando no era más que versiones de temas que ya se habían publicado.

Está más que acabada. Todo el mundo lo sabe menos ella.

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