Pilar Rahola

A mí el rey me
Exprimió un pezón

Pilar Rahola i Martínez es una política y de los tantos y tantos periodistas que comen gracias a la causa independentista.
Es republicana y antifascista, osea, de discurso facilón, hipócrita y demagogo.

Pasa su tiempo abanderando causas estúpidas y de lo más variopinto con el mismo gesto ceñudo de todo aquel que se autodenomina en intelectual televisivo.

Vive inmersa en una esquizofrenia ideológica que le hace protagonista de las más sonadas contradicciones. En ese mar de contradicciones, lo mismo te defiende la independencia catalana que la no independencia del Valle de Arán
Ella todo lo sabe, todo lo conoce y siempre tiene razón, aunque sea a costa de decir una cosa y la contraria en el mismo momento.

Biografía

Ella es muy inquieta, tanto que tiene dos doctorados en la universidad de payasos de Chile por UNIACC. La misma UNIACC a la que denunciaron por los chanchullos con las becas VALECH.

Por desgracia el estado opresor español no se los convalidaron y el hombre manco se llevó sus tesis doctorales y las escondió en el mismo lugar en donde están escondidas las armas de destrucción masiva de Saddam Husein, dejándola solo como simple licenciada en Filología Hispánica y en Filología Catalana.
No se sabe si también es licenciada en Filología rusa o no, pero es capaz de oir películas mudas en ruso.

Carrera política y televisiva

Fue la única parlamentaria con ERC. Aquello le daba mucha buena vida y derecho a aparcar donde quisiese, incluso en el depósito municipal. Y lujos como poder llevar a sus hijos a colegios de ricos en Suiza para que no se mezclen con la plebe.
Pensó que para eso, se montaba un partido propio y se lo llevaba todo.

En 1996 fundó el Partit per la Independència, que en el conjunto de Cataluña, obtuvo el 0,4% de los votos. Un éxito enorme. Lógicamente no obtuvo representación parlamentaria. 

Pilar Rahola y Àngel Colom optaron entonces por disolver el partido, pero debían hacer frente a las deudas contraídas en la campaña electoral.

Colom visitó a Félix Millet en su despacho del Palau de la Música. Le dio un recibo de 150.000 euros, aunque la mitad del dinero se perdió por el camino, cosas que pasan.
A fin de ocultar el motivo real de dicha entrega justificaron el abono mediante un convenio ficticio para la "Pedagogía sobre la cultura catalana en las nuevas migraciones". Pero de esto ella no se enteró nunca (Guiño, guiño).

Tras este estrepitoso fracaso político abandonó la política para convertirse en una tertuliana vociferante e insoportable para intentar manipular al populacho con sus ideas retrógradas y demagogas en busca del aplauso fácil.

Está contra los propalestinos, contra Los Sanfermines, contra los antisemitas, contra los anticatalanistas, contra los transexuales, contra los toros. Contra todos aquellos que no hablen su mismo idioma ni sean de su misma opinión, a los que llama fascistas de mierda.

Siempre intenta tener la razón gritando con su tono de voz horrendo y dando argumentos populistas para que los retrasados indepes le suelten el aplausito fácil. Y cuando no tiene razón se enfada y chilla más.

También fue corresponsal de guerra en varios conflictos bélicos. Debió ser de forma telemática o por holograma, porque nadie recuerda tal cosa.
Como todo el mundo sabe, ingresó directamente en el columnismo desde la política, pero, siendo benévolos, nadie jamás la envió como corresponsal a ningún sitio.

Hoy en día es la musa trasnochada del independentismo y come palomitas mientras espera en su casa a que aparezca el putu amo de Puigdemont va de ridículo en ridículo en Twitter, donde tiene mucha competencia con Anabel Alonso y Rufián. 

Para que le hicieran casito dijo que Juan Carlos I le chupó un pezón hizo zumo de naranja con sus tetas o algo así.
Poco después se hizo caquota y viendo que le podía meter en un lío muy gordo, decidió cambiar su versión, negar que hubiese sido abuso sexual y dejarlo simplemente en una «exhibición de poder».