Elecciones generales de España de 2023

Las Elecciones generales de España de 2023 es un evento que promete muchas risas, ya que Pedro les pilló a todos con el pie cambiado. Incluso a él mismo.

La UE ya había avisado que en Julio se cerraba el grifo y Sánchez ya se preparaba para la bomba de humo y una fuga ninja.

La situación económica que se viene promete ser dantesca. Él solo sabe de feminismo y perspectiva de género y eso, según le han dicho sus asesores, así no se arregla.

Pero cualquiera sabe con esta garrapata sociópata resilente. De haber ido en el Titanic, sería Rose la expulsada de la tabla.

El 23 de Julio fue la batalla final entre la derecha contra el conglomerado de marisqueros sindicales, feministas histéricas, pesebreros profesionales, aliades, mamarrachos de sexo indefinible, y demás escoria.

Adelanto

La debacle en las elecciones municipales y autonómicas fue tal, que Pedro Sánchez tuvo que adelantar las elecciones. 

Tomó la decisión por el bien de España cuando vio antorchas, piolets y sombras de guadañas de los barones del partido por la ventana de su casa.

Lo puso en periodo de vacaciones para tratar de no hundirse del todo, jugarse la baza a una baja participación por las fechas y de paso joder un poco más antes de irse.

Así se asegura que la gente que vote, lo haga por correo, con pucherozas consecuencias. Aunque tocaba mejorar el pucherazo, que parece que no les salió muy bien.

Su intención es clara. Cargarse a Podemos, agrupar en torno a sí mismo el voto de izquierda, reforzar a Feijóo frente a Vox y tener al menos una oportunidad de reeditar gobierno. Que sea una jugada obligada por el batacazo en las autonómicas no le quita mérito.

Si le salía mal, se cargaba al PSOE y a toda la izquierda, pero eso le importaba sus cojones y parte de los del Begoño. Si le salía bien, se garantizaba cuatro años y se descojonaba de todo el mundo.

En octubre Biden nombrará al líder de la OTAN y él se postulará una vez haya acabado todo. 

Reacciones 

Belarra, tras el veto de
Yolanda Díaz a Irene Montero 

Mientras tanto, Podemos y Sumar corrían en círculos sin haber digerido aún la debacle podemita.

Solo tenían semana y media para decidir si iban al matadero cada uno por su lado o como Frente Popular de Judea. El marrón, para Yolanda Díaz. Si iba sola, malo, si iba con los de Podemos (que ya huele a muerto), peor.

En cualquier caso, la trolleada a la fashionaria es importante. Pocas cosas chulísimas podrá hacer.

Si no funciona para estas elecciones, para las siguientes, con Yolanda cargando con podemitas y comunistas que pedirán constantemente primarias y posiciones de poder. Desde el principio ya daban la brasa con que incluyera a Irene en las listas. 

También se unió Proyecto Drago de Alberto Rodríguez.

Siempre le quedaría a Yolanda, tirar el cadáver de Podemos en una cuneta, dar por perdidas estás elecciones y prepararse para las siguientes.

Primeros movimientos 

El primero en unirse a Sumar fue IU. Pero a esta gente no le queda otra que ir saltando de barco en barco para no desaparecer. A Yolanda le pareció bien, ya que éstos, hace tiempo aceptaron su papel de comparsa y mucho no van a molestar. 

De hecho, Alberto Garzón decidió retirarse de la primera línea. Posiblemente para no verse involucrado en la hecatombe o porque le dijeron que ni de coña le iban a poner en la lista. Ada Colau captó el mensaje y tampoco se presentó. En Podemos pedían a Irene Montero lo mismo. Resultó que era una treta, ya que Garzón se iba a presentar al europarlamento.

Ciudadanos decidió ni presentarse. De hecho, vistos los resultados, parece que tampoco lo hicieron en las autonómicas. Inés Arrimadas decidió retirarse de la política.

Yolanda registró la marca "Movimiento Sumar" para dejar claro que ella era la que mandaba. Podemos tuvo que tragar.

Para variar, prometió más ecofeminismo. 

Pero Podemos no se acababa de enterar y exigió en poner Irene Montero como número 2 por Madrid y Pam de 1 por Pontevedra. Evidentemente dijo que no entre risas. Pierdes mucha capacidad de negociación si la mitad de tu partido está dimitiendo por todas partes del país.

Luego Más Madrid y Compromís exigieron  liderar las listas y que Podemos se quedara fuera.

Que el Supremo confirmara que hay aplicar la rebaja de penas a los violadores, tampoco ayudó. Es más, fue la puntilla a Irene Montero, Pam y Belarra. Tampoco ayudó que la reacción de Montero fuera que los jueces además de machistas eran unos tontos que no saben aplicar sus leyes.

Luego propusieron la idea absurda de ir en solitario por la Comunitat Valenciana y con Sumar en el resto "para evitar vetos". No solo le dijeron que no desde Sumar, hasta sus candidatos en Valencia le dijeron que preferirían ir antes con Yolanda.

Otra jugada sería que Yolanda se uniera al PSOE y dejase en la estacada a todos estos gilipollas.

Podemos, al ver que eran unos apestados, recurrió de nuevo a la trampa plebiscitaria y preguntar sobre la fusión para blindarse sea cual sea la decisión. Apenas participaron 50.000 personas. Si de esos, la mitad acaba descontento con el resultado, la hecatombe en las elecciones será histórica.

Incluso trató de negociar una lista en común con ERC. Solo les quedaba unirse al millar de violadores que han liberado. Decidieron crear otro partido llamado Juntas Sí se puede, como plan B. Igual si la tucán se la hubiese jugado ni se hubieran podido presentar por separado. 

Al final Podemos claudicó y suplicó que no excluyera a Irene Montero. Pero no sólo la excluyó a ella, también a Echenique y a Victoria Rosell. A Ángela Rodríguez Pam también, aunque esto no le importó a nadie. A Belarra casi. La pusieron de 5 por Madrid y a la guarrilla pelirroja Lilith Verstrynge por Barcelona.

Llegaron a un acuerdo para ir en coalición, pero sin llegar a un acuerdo sobre las listas. Es decir, había acuerdo, pero no había acuerdo. De modo que se prolongaba otros 10 días (hasta el 19, límite de presentación de candidaturas) la incertidumbre de si habría acuerdo. Esos días se lo pasaron dando por culo para que metieran a Irene hasta que se rindieron y claudicaron.

Luego se unieron otros partidos que nadie sabía que existían. La mayoría para salvarse de la desaparición.

A Teresa Rodríguez y Kichi no los quiso ni regalados. Tuvieron que ir por su cuenta y solo por Cádiz.

Macarena Olona registró el partido Caminando Juntos. Si es cara al sol o con el puño en alto aún no se sabe. Si hubiera contratado a Cecilia Sopeña igual sacaba algo. Que nadie sepa (ni ella misma) de su programa electoral, igual se hace usted una idea del resultado que iba a tener.

Los izquierdistas se congratularon pensando que le quitaría votos a Voz. Se ha contradicho de su antiguo discurso, ha hecho campaña contra Vox y para colmo, se ha arrimado a toda la morralla roja tuitera. 

Debió ser pensado a última hora y se presentó con un logo hecho con el Paint en un minuto con fotos de catálogo de zapatos. Algunos medios le dieron publicidad para ver si restaba votos a la derecha. Pero cometió errores en el registro y casi se queda con las ganas. Tuvo que subsanar los errores como si fuera una becaria. Después de eso ya no dio mucho más que hablar.

ERC quiso también defenestrar a Gabriel Rufián.

El PRC de Revilla tampoco quiso presentarse. Entre el batacazo de las autonómicas, que no tenía ni un euro y que pillaron las corruptelas de Revilla, ya se imaginaban el resultado.

Inicio de la campaña

El primero en empezar fue Pedro. Volvió a sacar los dobermans y usó el Francomodín. También atacó a Pablo Motos y Ana Rosa Quintana. Parecía Bruno Ganz en la escena de El Hundimiento de Hitler en su búnker. Solo le faltó preguntar dónde estaba Steiner.

El PSOE ya barajaba  defenestrarlo vía express y poner a García-Page o Yolanda Díaz de cabeza de cartel. Algunos dicen que hasta la charo María Jesús Montero.

Mientras tanto, Pedro decidió marcar su territorio hasta el final, imponiendo a sus fieles en las listas y despreciando de manera solemne la voluntad de los territorios, obligados a pasar por el aro del sanchismo.

El comité Federal estuvo calentito y varios barones a los que había tocado los cojones con las listas no fueron y los buitres, que competían por ver quién le hacía más la pelota, se preparan para despedazar el cadáver, fingiendo no haberle conocido nunca cuando pierda.

Pedro, hizo lo único que sabe hacer, cabrearse con los periodistas por publicar encuestas y desenterrar muertos. Como Franco y Primo de Rivera ya los había exhumado, fue a por los de Cuelgamuros. Con tanto ruido de sables, poco funcionó.

Mientras tanto, La mugremitada seguían corriendo en círculos, desmoronándose y pegándose navajazos. Tan ocupados estaban que ni campaña hicieron. Cuando terminó la pelea, lo mismo. Prohibiciones, aumento de impuestos "a los ricos" y ecofeminismo. Luego prometieron regalar 20.000 euros. Pero solo a los chavales, que son los únicos que se tragan estos cuentos chinos. Poco después prometieron un kit veraniego de gafas de sol y camiseta. En esa ocasión pagaban ellos.

Los beneficiados, las derechas. El PP, que lo tenía ya todo claro. Vox también. La campaña electoral ya se la hizo Pedro Sánchez con su desastrosa gestión, unirse a los Txapotes y el resto, los desastres de su socio de gobierno, Podemos.

Mientras tanto, ya se veían las consecuencias de las autonómicas con los pactos. Cayeron las últimas "Alcaldías del cambio" de Podemos: cayó Ada Colau en Barcelona y Kichi en Cádiz.

Luego aparecieron las cosas raras que seguramente proponen asesores borrachos o con pocas ideas nuevas.

Pedro Sánchez montó un show para entrevistar a sus ministros y a María Jesús Montero le leyó la mano una vidente. El PP montó una playa fake en un parque o algo así. Macarena Olona invitó a sus seguidores a un puticlub. Sumar hizo campaña en Tik tok que es de lejos lo más demigrante de la historia.

Lo del debate con Pedro Sánchez con pinta agresiva y con pinta de comerse a su rival a mordiscos, la pesadilla de cualquier asesor.

Resultados 

Al principio el escrutinio beneficiaba al PSOE. Hacia el 50 % fue remontando el PP. Tuvo más votos Feijóo, pero no le daban los votos. A PSOE sí, pero metiendo a todo el mundo en el gobierno. Se podría decir que todo el mundo perdió, pero sobretodo el PP, que ha perdido contra un gobierno que ha gobernado a base de real decreto, haciendo gala de despotismo e imposición dictatorial y con todo el desgaste de Perro Santxe y la chapuza de Sumar, ese resultado es lamentable.

Las puñaladas que tuvo que haber entre ayusistas y Feijóistas en el PP seguramente no se han visto ni en la Boda Roja.

La derecha sacó más votos que la izquierda, pero no los suficientes para tener una mayoría absoluta. Sánchez, un resultado regular, pero él es capaz de pactar con el diablo. Aunque necesitaba solo la abstención de Junts, el voto CERA la jodió la cosa y necesitaba el Sí. Y no sólo eso, también los necesitaría a todos para cualquier ley que sacara. Una risa.

Lo de Macarena Olona ya ni hablamos. Apenas 500 votos y seguramente de Trolls de ForoCoches o burbuja.info.

Mientras tanto, seguían dimitiendo dirigentes de Podemos y Ione Belarra apuñalando por la espalda a Yolanda por haber conseguido un resultado peor que Podemos.

Constitución de las Cortes

La presidencia se la disputaron Francina Armengol y Cuca Gamarra. Pero el PP no quiso ayudar a Vox a conseguir sitio en la mesa y se vengaron no votando a la candidatura de Gamarra. 

Feijóo, que por lo visto quería besitos a cambio de nada, se sorprendió. Ahora está con la soga al cuello. Al igual que al resto de España. Solo la salvaría una repetición electoral y que Ayuso fuera candidato.

Investidura

El primero en presentarse a la investidura fue Feijóo. El plantón de separatistas y proetarras le dio la excusa perfecta a Felipe VI. Todo apunta a que fracasará, pero un Tamayazo del PSOE liquidaría a Pedro Sánchez. Y dentro del partido tiene más enemigos que fuera. Si no actúan, Pedro podría perpetuarse y convertir España en una república distópica dictatorial.

Teniendo en cuenta que hasta Vox le retiró a Feijóo su apoyo en la constitución de las cortes, poca confianza tenemos en sus dotes negociadoras.

Mientras tanto, el PSOE necesitaba los votos de Junts, pero querían evitar la foto con ellos. Así que Pedro se lo encargó a Yoli. La muy estúpida picó en la trampa. Se comió el marrón y quedó retratada. Mientras tanto, el PSOE distraía al personal con el asunto de Rubiales y durante el terremoto de Marruecos preparaba una ley de amnistía alivio penal, regalarle Barcelona a Puigdemont, un referéndum, amnistía fiscal y si hace falta, Sánchez se bajaría los pantalones para que le empotrasen. Pedro Sánchez ya estaba en plan Nerón. Quiere sillón aunque arda España entera.

Meritxell Batet cogió la calle de enmedio y abandonó la política. Si Felipe VI firma este despropósito, se tendrá merecido lo que le pase.

Ahora, si forma gobierno la legislatura será la risión. El Congreso convertido en la Torre de Babel, los indepes catalanes por un lado, los vascos por otro, ambos a la vez, Montero de Ministra otra vez y guerras internas de Sumar.

Mientras tanto, viendo que es con tal de seguir en el sillón Pedro Sánchez se folla la constitución y lo que hiciera falta, los de Podemos resurgieron y pidieron que volviera Irene Montero y echó la culpa de la ley que excarcelaba violadores al PSOE. En respuesta, la cuenta oficial del Consejo General del Poder Judicial en Twitter publica los datos de excarcelaciones y reducciones de condena por la Ley del Solo Sí es Sí. El PSOE inició  las hostilidades contra Podemos.

Yolanda Díaz debe estar contentísima de haberlos integrado en su proyecto en vez de dejarlos morir.

Más que negociaciones de investidura, son chantajes a un pelele que ha dado síntomas de debilidad.

No se había visto tanta humillación en la foto de la reunión del PSOE con Puigdemont y la foto de la urna desde el vagón del armisticio de 1940 que le hicieron los nazis a los franceses. 

Mientras tanto, Irene Montero y Ione Belarra revientan Sumar para romper la disciplina de voto en la investidura.

Estaría bueno que después de la bajada de pantalones ante secesionistas y delincuentes haya que repetir elecciones.

Con las exigencias de los independentistas y podemitas, no sería de extrañar que o hubiera elecciones en pocos meses o un golpe de estado. En caso contrario, PSOE y Sumar pagarán en las urnas haber puesto el culo en pompa a los independentistas. Y Podemos, haberse puesto gallito.